viernes, 15 de mayo de 2009

Cuántos votos le hacen falta a Cristina para quedarse?

 
Con mayoría en Diputados
      En  Buenos Aires, para mantener sus actuales  20 diputados debe ganar por el 49%.
En la ciudad de Buenos Aires, para mantener sus 4 diputados necesita el  23%.
En Córdoba para no perder  los 5  que tiene debe sacar el  45%,
en Entre Ríos  para no perder las 4 del FPV debe ganar por el 64%.
En Santa Fe, para conservar sus 3 bancas debe tener en 27% de los sufragios,
en Misiones para retener los 2 que tiene debería sacar el  49% de los votos…

Muy interesante es el panorama en las provincias que renuevan muchas bancas: En Buenos Aires, 35, en la Ciudad de Buenos Aires 13, en Santa Fe y Córdoba: 9, en Mendoza y Entre Ríos 5…y en el interior , salvo excepciones, el panorama no es más alentador  para el oficialismo .

 

Jorge

Ciudad  Autonoma de Buenos Aires
A R G E N T I N A

jueves, 14 de mayo de 2009

ENCUENTRO EN PARANA 28 DE MAYO

Amigos
envio material de difusion del encuentro que organizara TGD-PADRES ENTRE RIOS el proximo jueves 28.
la invitacion no solo es para la gente de parana, por lo cual recomendamos a aquellos que esten cerca, especiamente la gente de la ciudad de santa fe, que se acerquen no solo a participar, sino tambien a colaborar.
al resto, estimo que siempre se conoce a alguien de todo el pais que le pueda interesar.
veran que hay una gran movida de adhesiones, auspicios, e incluso fue declarado de interes provincial, por lo cual el marco ya esta dado para que sea algo importante.
invitamos a las comunidades del pais a generar cosas como esta, ya que los organizadores de este encuentro son papas, como nosotros, con hijos con tgd.
los saludo
 

miércoles, 13 de mayo de 2009

Fw: muy especial para compartir y la info que buscaba

NUEVO DICCIONARIO DE LES LUTHIERS:
 
INESTABLE: Mesa norteamericana de Inés.

ENVERGADURA: Lugar de la anatomía humana en dónde se colocan los condones.

ONDEANDO: Onde estoy.

CAMARÓN: Aparato enorme que saca fotos.

DECIMAL: Pronunciar equivocadamente.

BECERRO: Que ve u observa una loma o colina.

BERMUDAS: Observar a las que no hablan.

TELEPATÍA: aparato de TV para la hermana de mi mamá.

TELÓN: Tela de 50 metros... o más.

ANÓMALO: Hemorroides.

BERRO: Bastor Alebán.

BARBARISMO: Colección exagerada de muñecas barbie.

POLINESIA: Mujer Policía que no se entera de nada.

CHINCHILLA: Auchenchia de un lugar para chentarche.

DIADEMAS: Veintinueve de febrero.

DILEMAS: Háblale más.

MANIFIESTA: Juerga de cacahuetes.

MEOLLO: Me veo.

TOTOPO: Mamamífero ciciciego dede pepelo nenegro que cocome frifrijoles.

ATIBORRARTE: Desaparecerte.

CACAREO: Excremento del preso.

CACHIVACHE: Pequeño hoyo en el pavimento que está a punto de convertirse en vache.

ELECCIÓN: Lo que expelimenta un oliental al vel una película polno.

ENDOSCOPIO: Me preparo para todos los exámenes excepto para dos.

NITRATO: Ni lo intento.

NUEVAMENTE: Cerebro sin usar.

TALENTO: No ta rápido.

ESGUINCE: Uno más gatorce.

ESMALTE: Ni lune ni miélcole.

SORPRENDIDA: Monja en llamas.

Amargura y esperanza ante las reacciones del mundo judío

Amargura y esperanza ante las reacciones del mundo judío

José Luis Restán13/05/2009

http://www.paginasdigital.es:80/v_portal/informacion/informacionver.asp?cod=930&te=&idage=&vap=0&codrel=106

Produce especial amargura escuchar las críticas de algunos exponentes judíos tras los primeros pasos de Benedicto XVI en Israel. Parece como si, en lugar de un encuentro franco entre hermanos, estuviéramos siempre ante un examen al que una parte somete a la otra: el examinado siempre es, naturalmente, el Papa (y con él todos los católicos) y nunca se consigue la nota para aprobar.

 

No hablo ya de la franja lunática que en todas partes existe. De aquéllos que afirman que ésta era la oportunidad de que el Papa se clarificase sobre el Holocausto, o de que pidiese excusas por sus devaneos con el nazismo. Insultos tan aberrantes sólo pueden proceder de mentes enfermas por la ideología. Lo que realmente produce fatiga es escuchar el enésimo lamento de algunos rabinos, diputados o periodistas israelíes que presumen de paciencia y buena disposición pero que nunca están satisfechos. Resulta que el hondísimo y conmovedor discurso de Benedicto XVI en el memorial del Holocausto no ha satisfecho las expectativas de algunos. ¿La causa? El Papa no ha mencionado la palabra "nazismo" y no ha pedido perdón, como cabeza de la Iglesia y como alemán. Parece grotesco, pero es preciso esforzarse y dialogar con esta pretensión insatisfecha.

En primer lugar el Papa no tiene que repetir siempre todos y cada uno de los argumentos implicados. Son decenas sus discursos sobre la Shoá, y nada menos que en el campo de Auswitch ya evocó la particular conmoción que tiene para él afrontar esta tragedia, precisamente por ser un Papa que procede de Alemania. Respecto al nazismo y su significado, será difícil encontrar a alguien (en la Iglesia y fuera de ella) que haya diagnosticado con tanta precisión las raíces culturales y morales de este horror, y cómo éste se cebó precisamente en el pueblo de la Primera Alianza. Ayer, nada más tomar tierra su avión en Tel Aviv, denunció que "la cabeza repugnante del antisemitismo vuelve a levantarse hoy", y pidió todos los esfuerzos para desarraigar ese veneno de los corazones y de las instituciones. Pero no es bastante, nunca es bastante, porque para algunos un Papa es "a priori" sospechoso, y más si ha crecido en suelo alemán en la época lúgubre en que el nazismo sojuzgó a Europa.

En Yad Vashem, Benedicto XVI ha querido sumergirse en el sufrimiento indecible de millones de víctimas hebreas, ha querido detenerse ante sus nombres (que nunca podrán ser borrados), honrarles y proclamar que también para su incomprensible dolor existe una última salida, un rayo de esperanza, porque el Dios omnipotente y misericordioso sigue vivo, aunque nos parezca escondido. Todo el discurso del Papa nacía de la sabiduría contenida en la Toráh de Israel. Ha sido un alegato estremecedor contra el negacionismo, el reduccionismo y el olvido, y al mismo tiempo una proclamación de confianza total en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios que permanece fiel a sus promesas y que no puede abandonar a su pueblo.

Digámoslo claramente: Benedicto XVI tenía que hacer suyo ese sufrimiento abrumador como hermano, como creyente y como pastor de la Iglesia. Pero no tenía por qué pedir perdón, ni como alemán ni como Papa, de un crimen del que no tiene responsabilidad alguna. Ser alemán no puede ser un estigma, y fueron miles los que sufrieron la represión del régimen totalitario. En cuanto a la Iglesia, insinuar que ella fue responsable de los crímenes del nazismo va más allá de cuanto a estas alturas se puede soportar. ¿Es éste el avance en la clarificación de nuestra atormentada historia, fruto de un diálogo de decenios? ¿No han servido de nada documentos como la "Nostra Aetate" o "Nosotros recordamos", dedicado a la Shoá? ¿Ya se han borrado las palabras conmovedoras de Juan Pablo II en la Sinagoga de Roma o ante el Muro de las Lamentaciones?      

Por fortuna, no todos los representantes del mundo judío han reaccionado del mismo modo. Por ejemplo el presidente del Comité de los supervivientes del Holocausto, Noah Frug, ha recordado que el Papa ha llegado a Israel para avecinar a la Iglesia y a los judíos, y que sus gestos y palabras han sido importantes en esa dirección. "El Papa no es el presidente de una organización sionista, entonces ¿por qué le criticamos?". Toda una lección de buen sentido, como hermosa ha sido la lección del rabino de Nueva Cork, Jacob Neusner, que ha destacado la capacidad de Benedicto XVI para guiar el imprescindible diálogo de las tres grandes religiones monoteístas.     

Esperemos que tras el ruido de las quejas se abra paso mansamente la impresionante plegaria del Papa en Yad Vashem, nacida del corazón de la Biblia que compartimos. Que nuestros hermanos judíos suspendan la sospecha permanente y acepten el abrazo de la paz que Benedicto XVI lleva a Israel en nombre de toda la Iglesia. Porque, sean cuales sean nuestras cuitas, hay un hecho irreversible, el vínculo indisoluble entre el pueblo hebreo y el pueblo de la Iglesia. Hacer visible este vínculo es una de las tareas que se ha impuesto el actual pontífice, aunque le acompañe el dolor de la incomprensión de algunos a los que más estima.

Jorge
Ciudad  Autonoma de Buenos Aires
A R G E N T I N A
Hay un lugar, para aquellos que no quieren ver, donde "No Ver" es perder de vista acontecimientos que nunca mas se volveran a repetir. "Yo no estaba, y si estaba, dormia...","...Ese viejo verso de aquellos que nunca se metieron en nada...."