jueves, 30 de septiembre de 2010

Más argentinos se sienten "clase media" en la Argentina de la cuota fija y sin interés

Más argentinos se sienten "clase media" en la Argentina de la cuota fija y sin interés Guardar

La posibilidad de adquirir bienes financiados hizo que buena parte de la sociedad acceda a productos que antes estaban más vinculados al consumo típico de un peldaño más alto de la pirámide de ingresos. Esto aumentó la sensación de inclusión. ¿Cuánto se debe ganar para formar parte de este segmento?

La extensión de la política de beneficios de los bancos produjo un sustancial cambio en el mercado de consumo, luego de que las entidades sumaran a los descuentos promocionales que venían otorgando sus agresivos planes de pagos en cuotas sin interés.


Y esta posibilidad con la que ahora cuentan muchos argentinos de apostar al "efecto licuación", esto es, diferir el pago de un bien en el tiempo para que dichas cuotas se vayan erosionando en manos de la inflación y de las subas salariales, también produjo alteraciones en los hábitos de compra característicos de los distintos segmentos que conforman la pirámide socioeconómica.

"A la gente no le preocupa tanto cuánto le pesa la cuota del LCD en su sueldo. Su expectativa es que los aumentos de sus ingresos le vayan licuando esa deuda. Pero, sobre todo, sabe que una alta inflación implica que el día de mañana va a consumir menos, entonces trata hacerlo hoy", afirma Andrés Méndez, director de la consultora AMF.

Así las cosas, buena parte de los asalariados ha podido acceder a todo tipo de productos -desde electrodomésticos hasta automóviles– que, sin estos planes, hubiesen quedado lejos de su alcance.

En buen romance, les sirvieron para hacerse de algunos bienes, aunque éstos estén más emparentados con el consumo típico de un peldaño más alto de la pirámide de ingresos.

Así, se sienten "más clase media", aunque técnicamente pueden no serlo (si es que se considera como parámetro excluyente la evolución "real" de sus ingresos).

"Un súper LCD, un buen equipo de audio, ya no son privativos de una determinada clase social. Se democratizaron. Hoy te encontrás con gente que no es la típica de clase media, comprando productos muy emparentados a este segmento", afirmó a este medio el directivo de una de las más importantes cadenas de electrodomésticos.

"No hay, como en los '90, una visión de que consumía aquél que había alcanzado cierta posición social. Ahora el consumo es una aspiración general", sostiene Javier Casas Rúa, de PriceWaterhouseCoopers.

¿Cuánto cuesta la canasta clase media?
Buena parte de los argentinos sienten que pertenecen a este segmento, aún sin saber exactamente el nivel de ingresos mensuales requeridos para formar parte.

"En este último tiempo se dio un gran cambio en la concepción de esta clase social, que se vio favorecida por las políticas de consumo que se han implementado en el país", destaca Martín Apaz, gerente del departamento de Economía de Deloitte.

"Quienes hace varios años se definían como clase media tenían otras aspiraciones. Lo primero a lo que querían acceder era el techo propio o apuntar a una mejor vivienda. Hoy, más alejados de esa posibilidad, se sienten reconfortados con tener el último celular, un buen LCD o hacerse de un 0km", destaca.

En la misma línea, Casas Rúa resalta que "uno de los principales cambios de este último tiempo ha sido el de una caída en el interés por una mayor calidad institucional, en pos de un mayor deseo de gratificación personal".

Para este segmento, la canasta de la clase media contiene algunas particularidades que las distinguen respecto a la de otros niveles socioeconómicos.

Soledad Pérez Duhalde, economista de Abeceb.com, explica que, además del ingreso, este sector se identifica con la preferencia de uso de determinados servicios, tales como un buen sistema de educación o el contar con una reconocida prepaga.

Ahora bien, ¿cuál es ese nivel de ingresos que se requiere para hacer frente a la "canasta clase media"?.

La consultora Ecolatina elaboró, para iProfesional.com, la estructura de gastos asociadas a este segmento, para el caso de una familia tipo con dos hijos en edad escolar.

Del mismo se desprende que se requiere de unos $11.600 para poder cubrir estas necesidades:

Del mismo relevamiento también se desprende que:

  1. En un año, el gasto promedio se incrementó un 22 por ciento.
  2. Alimentos y bebidas fue el que más escaló (34%).
  3. La mitad del presupuesto se esfuma en este ítem, prepaga (plan familiar) y educación (colegio privado subvencionado).

En la misma línea, un reciente informe elaborado por Ernesto Kritz, de SEL Consultores, destaca que para los gastos cotidianos se debe desembolsar un 20% más que hace un año.

Entre ellos, menciona que por un menú ejecutivo debe pagarse un 50% más, un 25% más por la nafta (súper) o por un seguro de autos contra terceros.

No obstante, la recomposición salarial ha permitido mantener el nivel de vida, aunque esta mejora no benefició a todos por igual.

En efecto, los asalariados convencionados han logrado mantener su poder de compra, no así quienes están fuera de convenio.

Así las cosas, y según la última información disponible de mercado (ajustada por suba de precios) el ingreso "familiar" debe ser:

  • Para ser un "clase alta", superior a los $19.000
  • Para ser un clase "media-alta", debe ubicarse entre los $19.000 y $8.000
  • Para ser un clase "media-media", entre los $8.000 y $5.000
  • Para ser un clase "media-baja", el promedio se ubica en los $3.800

El poder de la clase media en el mundo
A la hora de saber cómo se conforma la pirámide social de ingresos a nivel global y su impacto en el consumo, un informe de McKinsey resulta revelador.

La consultora internacional indagó en 24 países, incluida la Argentina, el nivel de ingresos de cada segmento ajustado por el poder de paridad de compra (es decir, el poder adquisitivo "real" de los salarios en cada país después de corregidas las distorsiones que genera el tipo de cambio).

De la investigación se desprende que:

  • La clase más alta genera una demanda del 2% del total.
  • El segmento más bajo, aunque comprenda el 60% de la población relevada, sólo participa en un 28% del consumo general.
  • La clase media, en cambio, en sus 3 categorías, representa el 70% del mercado del consumo.

Cambio de hábito
El mercado está viviendo un profundo procesos de cambios.

Al respecto, desde Deloitte destacan dos cuestiones fundamentales:

  • Una tiene que ver con los aumentos salariales que, junto con el financiamiento en cuotas y a tasa fija, permite que más gente se vuelque al consumo.

  • Otra tiene que ver con la posibilidad con la que cuentan hoy los sectores más bajos para acceder a bienes de consumo durables que, bajo otras circunstancias, encontrarían más dificultades para hacerlo.

"Creo que los planes de pago en cuotas influyen más que el salario. Mucha gente mira sólo el pago mensual y si lo puede afrontar", sostiene Apaz.

¿Qué factores impulsan el mayor consumo?
Está claro que un millón de LCDs no pueden ser comprados únicamente por las familias de altos ingresos, sino que implica una masificación del consumo, que incluye a gran parte de la población que se encontraba anteriormente más alejada de las góndolas.

Kritz coincide en que el boom de compras fue impulsado en gran medida por los fuertes incrementos remunerativos alcanzados por los asalariados dentro de convenio. "Para ellos, hubo una mejora de bienestar importante", apunta Kritz.

"Los asalariados registrados (privados y públicos) concentran cerca de dos tercios de los ingresos laborales y algo más de la mitad del correspondiente al total de los hogares. Un incremento real en sus ingresos tiene un efecto sobre el consumo privado varias veces mayor que el de otras fuentes, como pueden ser las transferencias públicas", resalta Kritz.

Esta sensación de mejora percibida en el nivel de ingresos viene acompañada por una mayor propensión a gastar.

A diferencia de otros años, hoy hay menos argentinos que buscan tener el dinero "debajo del colchón" y optan por adelantar consumos, desde adquirir productos tecnológicos hasta cancelar un viaje en cómodas cuotas.

Además, los elementos que han contribuido a este repunte son:

  • Subas salariales sin techo. Los altos aumentos nominales en las negociaciones paritarias han convertido a los asalariados bajo convenio en la "locomotora" del consumo.

  • Menor temor a perder el empleo. Es el elemento que tanto economistas como empresarios señalan como condición básica para que se dé una reactivación (sobre todo si es a crédito).

  • Mayor predisposición a tomar un préstamo. Un informe de la consultora Deloitte revela que la financiación bancaria para el consumo viene creciendo a un ritmo del 30 por ciento, y que las familias tienen una deuda de dos ingresos mensuales.

  • Crédito hasta en el segmento no bancarizado. Según datos de PWC, los hogares con ingresos menores a $2.000, generalmente trabajadores que no tienen cuentas sueldo, vienen accediendo de manera acelerada a la financiación mediante uso de plásticos. Tal es así que ya mueven un volumen de $7.000 millones.

Pero, buceando más profundo entre las motivaciones para adquirir productos caros, los analistas encuentran factores que van desde la coyuntura económica hasta cambios culturales de la sociedad.

Entre las causas más ligadas a la economía, se ubica el concepto de "ahorrar consumiendo", del que diera cuenta iProfesional.com.

Es decir, la visualización de los bienes durables como una forma de proteger el ingreso en un entorno de alta inflación.

Y es en este contexto de protección del dinero, en el que el sector de clase media dice presente dejando en claro que la propensión a consumir no hace distinciones sociales.

"Hoy lo que la gente le exige a los gobiernos es mantener su statu quo y la posibilidad de seguir haciéndose de bienes. Y esto se traslada hacia todos los sectores sociales", concluye Casas Rúa.

Guillermina Fossati
iProfesional.com

Ciudad  Autónoma de Buenos Aires
ARGENTINA
 

lunes, 27 de septiembre de 2010

El plan "conquista de la clase media" ya arrancó, a un año de las elecciones

El plan "conquista de la clase media" ya arrancó, a un año de las elecciones

http://www.iprofesional.com/notas/104691-El-plan-conquista-de-la-clase-media-ya-arranco-a-un-ano-de-las-elecciones.html

Empleados con los salarios en dólares más altos de la región, trabajadores participando en ganancias de empresas, lluvia de pesos en el mercado, boom de compras y hasta netbooks gratis en escuelas. ¿Cuál es el decálogo de medidas para que el "operativo seducción" llegue a todos los niveles sociales?
 

El plan del Gobierno ya está en marcha, aunque falte un año para las elecciones.


Si hubiera que bautizarlo con un nombre, indudablemente éste sería "la conquista de la clase media y de los trabajadores".

No es casual que esté por convertirse en ley el proyecto para repartir ganancias de empresas entre empleados. O que se busque limitar el trabajo de fines de semana en comercios.

Tampoco resulta azaroso que sea –nada más y nada menos– que el propio diputado y abogado de la CGT, Héctor Recalde, quien impulse la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, para que éste sea, en última instancia, el "agente financiero del Estado" (léase, que pueda contar con más margen para emitir dinero para financiar gasto público).

Pero esto no es todo. A estos dos puntos clave se suman:
  • El impulso a una nueva ley de ART, con muchos más beneficios para el trabajador.
  • El propiciar acuerdos salariales sin techo, trasladando el problema de la inflación al sector privado.
  • El favorecer la "lluvia de pesos", para llenar el bolsillo de los argentinos.
  • El repartir netbooks, para que haya más computadoras en las escuelas públicas.
  • El avanzar en la mejora tanto de jubilaciones como de la asignación universal por hijo.
  • El darle un fuerte impulso al consumo, manteniendo planchadas otras opciones de inversión.
  • El llevar a los salarios en dólares a uno de los más altos de la región.
  • El proyecto que está en manos de la Comisión Nacional de Valores (CNV), para ofrecer créditos hipotecarios a tasas subsidiadas.

Este decálogo forma parte de la batería de medidas del Ejecutivo orientadas a desplegar al máximo su "poder de seducción".

Para algunos analistas, es el camino "obligado", habida cuenta del encontronazo con los medios de comunicación más masivos, de cara a la contienda electoral.

Y, si la balanza tiene que inclinarse hacia un lado éste seguramente será el del obrero y el trabajador, más que el del empresariado, que no ve con buenos ojos algunas de estas iniciativas.

Objeto de seducción
El objetivo es ganar votos, en todos los estratos sociales. Y para ello, nada mejor que llenar de dinero el bolsillo de los argentinos.

El entorno gubernamental está convencido de que no existe mejor política electoral que hacer que la sociedad consuma.

Es por ello que, desde diciembre de 2009, el ex presidente Néstor Kirchner (sin saber a ciencia cierta cómo iba a darse el año) ya había puesto por anticipado la cifra "piso" de crecimiento: 7% en 2010. Aun cuando este repunte del PBI tuviera que pagarse con la inflación que fuera necesaria.

Tal como diera cuenta iProfesional.com, el matrimonio K es consciente de la fuerte correlación (80%) que existe entre la imagen del Ejecutivo y el repunte del PBI. Y sabe que cuanto más crezca el país, más votos podrán cosechar en las urnas (ver nota: Argentinos confiesan por qué prefieren pagar con inflación el crecimiento del país).

"Con la fuerte recuperación de la economía, la imagen pública de la Presidenta viene mostrando un crecimiento sostenido, hasta llegar a un 40% de aprobación, un nivel comparable con el que tenía a comienzos de 2008, antes de que comenzara el conflicto con el campo", afirma Santiago Rossi, director de la consultora Ipsos Mora y Araujo.

El consumo no se mancha
La estrategia a la que apuntan actualmente todas las políticas oficiales es la de garantizar una continuidad en el boom de consumo y no permitir que el mismo se diluya.

En tanto, las encuestas de expectativas muestran que la confianza, tanto en la situación general del país como en particular de los individuos sigue en aumento.

Se mantiene la predisposición por hacerse de bienes durables (inmuebles, automóviles, electrodomésticos) sin señales de que haya un amesetamiento, más allá del pico registrado en el Mundial.

"No hay señales de que el ritmo de consumo vaya a caer. La disponibilidad de crédito va a seguir alta, porque a los bancos les conviene concentrar recursos en los préstamos de corto plazo, donde hay menos riesgo", afirma Alejo Espora, economista del Banco Ciudad.

Como muchos de sus colegas, distingue las diferentes situaciones del segmento de ingresos medios y altos (que compra a crédito y va "licuando" las cuotas), respecto del de los niveles bajos (que sufre más directamente la erosión cotidiana de la suba de precios).

Todos están invitados a la fiesta
Para que el plan de seducción funcione, el mismo tiene que tener como premisa el de ser bien abarcativo e incluir a los diferentes grupos sociales de la pirámide socieconómica.

1. Para el sector de ingresos bajos

  • Nuevos ajustes en los subsidios estatales para las cooperativas de trabajo. Se analiza una mejora de forma tal que quienes reciben esta ayuda estatal para salir de la desocupación puedan equiparar su ingreso con el salario mínimo. Esto implicaría una suba del 45% para este programa, que ha asistido a unas 125.000 personas.

  • Asignación universal por hijo y jubilaciones. Tras el aumento del 22% y 17% respectivamente -y que implica una inyección adicional anual de $16.000 millones en la economía- ya se está analizando un pago extraordinario, a modo de aguinaldo, que estaría en el orden de los $300 (que tendrá como destino casi inmediato el consumo de bienes de la canasta básica).

  • Más computadoras en escuelas públicas. Uno de los proyectos a los que el Gobierno apuesta con más convicción es el del reparto gratuito de netbooks con conexión a Internet para los alumnos y docentes estatales. En la puesta en marcha del plan se habló de una primera etapa de 350.000 unidades. Sin embargo, ya se busca una mayor celeridad, de manera de llegar en el transcurso de 2011 a los 3.000.000 millones de equipos entregados.

  • Transporte público con tarifa preferencial. Los jubilados y beneficiarios de planes sociales pagarán un precio diferenciado. La implementación de la medida depende de que se ponga en práctica el nuevo sistema de boleto electrónico.

2. Para los sectores sindicalizados

  • Vía libre a los aumentos salariales. El Gobierno ya dio señales en el sentido de que continuará dando su aval a las negociaciones paritarias "sin techo Moyano". Por ello, este año buena parte de los incrementos superaron el 30% y llegaron al 35 por ciento. También los acuerdos se hicieron por períodos más cortos, atados a mejoras escalonadas. Y se estipularon cláusulas de reapertura, en caso de que la suba de precios traspase un determinado umbral. La misma foto es la que se verá en 2011.

  • Mayores beneficios para el trabajador. Tal como diera cuenta iProfesional.com, el diputado de la CGT Héctor Recalde lleva presentados un total de 84 proyectos que apuntan a modificar la actual Ley de Contrato de Trabajo de manera sustancial. A modo de ejemplo, los pagos no remunerativos irán desapareciendo del mapa empresarial, tal como sucedió con los tickets. Esto se suma a los cambios mencionados en ART, reparto de utilidades empresarias, mayor beneficio a empleados por trabajar fines de semana, ampliación de licencias por maternidad y paternidad, entre un sinfín de puntos.

3. Para la clase media-alta

  • Altos salarios en dólares. La confirmación de un billete verde planchado durante todo 2011 implica un mayor poder de compra de productos y servicios con precio internacional. Dentro de esto se enmarcan los artículos de alta tecnología, autos importados y viajes al exterior, entre otros, que se harán tan accesibles como no se registraba desde los años de la convertibilidad.

  • Mayor esparcimiento. Recientemente el Gobierno presentó un proyecto de ley para elevar a 15 el total de feriados. De esta manera, la iniciativa oficial dejó establecido al menos uno por mes. Y contempla extenderlos para hacer "un puente" cuando los días festivos caigan martes o jueves, de manera que el lunes o el viernes, en cada caso, también sean jornadas no laborables.

  • Adelanto de consumo. El mantenimiento de tasas negativas, en un contexto de alta inflación, incentiva la compra de bienes durables a crédito, de tal forma que la suba de precios (y la consiguiente indexación salarial) garantice la progresiva "licuación" de las cuotas fijas en pesos.

  • Hipotecarios a tasas subsidiadas. Este punto es, todavía, la mayor deuda de la gestión K. A pesar de la recuperación económica y del boom de créditos al consumo, el mercado de hipotecas muestra una muy baja actividad. En este aspecto, tal como diera cuenta este medio, está bajo estudio de la CNV una iniciativa que intenta vincular a la construcción con el mercado de capitales (ver nota: Cómo será el plan oficial para que la clase media invierta en ladrillos).

¿Quién paga?
Ante la enumeración de medidas y políticas cuyo eje central es el incentivo a la demanda y el sostenimiento de altos niveles de consumo, la pregunta inevitable es cómo se logrará apuntalar este "operativo conquista".

Y ahí es donde entran en juego dos palabras: soja y Brasil. La primera para asegurar la lluvia de dólares. La segunda para incentivar la demanda (a modo de ejemplo, cabe recordar que la mitad de los autos que se producen localmente se venden en el país vecino).

"Lo que empuja el consumo no es sólo el aumento nominal de los salarios. Hay que buscar la explicación de los altos niveles de venta que estamos viendo por el lado de la exportación agrícola. Ese es el ingreso de dinero que verdaderamente está impulsando la economía", afirma Jorge Colina, investigador jefe de la fundación Idesa.

En este sentido, el mercado internacional de materias primas parece garantizar altos precios para la soja argentina durante un buen tiempo. En estos días, la cotización pasó los u$s400 millones por tonelada y ya se habla de un fenómeno similar al que en 2008 llevó los valores a niveles récord.

"El contexto global permite una circunstancia favorable como nunca tuvimos en 200 años de existencia", destaca el economista Ricardo López Murphy.

"El ingreso de divisas genera un margen como para que la situación actual siga. Va a haber complicaciones a mediano plazo, pero el Gobierno puede asegurarse que en todo el 2011 haya un consumo parecido al que estamos viendo ahora", destaca Eric Ritondale, economista de Econviews.

Y agrega un dato relevante: "Cuando el Gobierno inyecta liquidez a través de jubilaciones y planes sociales, sabe que ese dinero va a un público que no es demandante de dólares. Va todo al consumo de la canasta básica. No es un punto menor, en un país donde el enfriamiento de la economía va junto con la salida de capitales".

¿Se traducirá este empuje consumista en un apoyo político al Gobierno? Los análisis apuntan a que hay una alta probabilidad, incluso en aquellos sectores sociales que a priori pueden parecer críticos del oficialismo.

A la hora de votar, "sólo en algunos momentos los ciudadanos hacen opciones francamente ideológicas, por principios independientes de sus intereses más inmediatos", escribió la analista Beatriz Sarlo en un artículo.

Su visión es que los sectores de ingresos medios verán con mejores ojos al Gobierno cuanto mayor sea la mejora que perciban en su situación económica familiar.

En tanto, Javier Casas Rua, socio de PriceWaterhouse Coopers, sostiene que el consumo, como una forma de afirmación individual, va de la mano con una "despolitización" de la población.

"Uno de los principales cambios de los últimos años es una caída en la demanda de una mayor calidad institucional y un deseo de gratificación personal. No hay, como en los '90, una visión de que consumía aquél que había alcanzado cierta posición social. Ahora el consumo es una aspiración general. Y el Gobierno lo sabe", sostiene Casas Rua.

Un comparativo muy acertado para ilustrar la situación actual. Y también para imaginarse en qué medida la sociedad tendrá en cuenta su bolsillo a la hora de votar.

Fernando Gutiérrez
©iProfesional.com

Ciudad  Autónoma de Buenos Aires
ARGENTINA
 

viernes, 24 de septiembre de 2010

Congregación para la fe Consideraciones acerca del proyecto de reconocimiento legal de unión entre personas homosexuales

CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE

CONSIDERACIONES
ACERCA DE LOS PROYECTOS
DE RECONOCIMIENTO LEGAL
DE LAS UNIONES
ENTRE PERSONAS HOMOSEXUALES

 

INTRODUCCIÓN

1. Recientemente, el Santo Padre Juan Pablo II y los Dicasterios competentes de la Santa Sede (1) han tratado en distintas ocasiones cuestiones concernientes a la homosexualidad. Se trata, en efecto, de un fenómeno moral y social inquietante, incluso en aquellos Países donde no es relevante desde el punto de vista del ordenamiento jurídico. Pero se hace más preocupante en los Países en los que ya se ha concedido o se tiene la intención de conceder reconocimiento legal a las uniones homosexuales, que, en algunos casos, incluye también la habilitación para la adopción de hijos. Las presentes Consideraciones no contienen nuevos elementos doctrinales, sino que pretenden recordar los puntos esenciales inherentes al problema y presentar algunas argumentaciones de carácter racional, útiles para la elaboración de pronunciamientos más específicos por parte de los Obispos, según las situaciones particulares en las diferentes regiones del mundo, para proteger y promover la dignidad del matrimonio, fundamento de la familia, y la solidez de la sociedad, de la cual esta institución es parte constitutiva. Las presentes Consideraciones tienen también como fin iluminar la actividad de los políticos católicos, a quienes se indican las líneas de conducta coherentes con la conciencia cristiana para cuando se encuentren ante proyectos de ley concernientes a este problema.(2) Puesto que es una materia que atañe a la ley moral natural, las siguientes Consideraciones se proponen no solamente a los creyentes sino también a todas las personas comprometidas en la promoción y la defensa del bien común de la sociedad.

 

I. NATURALEZA Y CARACTERÍSTICAS
IRRENUNCIABLES DEL MATRIMONIO

2. La enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la complementariedad de los sexos repropone una verdad puesta en evidencia por la recta razón y reconocida como tal por todas las grandes culturas del mundo. El matrimonio no es una unión cualquiera entre personas humanas. Ha sido fundado por el Creador, que lo ha dotado de una naturaleza propia, propiedades esenciales y finalidades.(3) Ninguna ideología puede cancelar del espíritu humano la certeza de que el matrimonio en realidad existe únicamente entre dos personas de sexo opuesto, que por medio de la recíproca donación personal, propia y exclusiva de ellos, tienden a la comunión de sus personas. Así se perfeccionan mutuamente para colaborar con Dios en la generación y educación de nuevas vidas.

3. La verdad natural sobre el matrimonio ha sido confirmada por la Revelación contenida en las narraciones bíblicas de la creación, expresión también de la sabiduría humana originaria, en la que se deja escuchar la voz de la naturaleza misma. Según el libro del Génesis, tres son los datos fundamentales del designo del Creador sobre el matrimonio.

En primer lugar, el hombre, imagen de Dios, ha sido creado «  varón y hembra  » (Gn 1, 27). El hombre y la mujer son iguales en cuanto personas y complementarios en cuanto varón y hembra. Por un lado, la sexualidad forma parte de la esfera biológica y, por el otro, ha sido elevada en la criatura humana a un nuevo nivel, personal, donde se unen cuerpo y espíritu.

El matrimonio, además, ha sido instituido por el Creador como una forma de vida en la que se realiza aquella comunión de personas que implica el ejercicio de la facultad sexual. «  Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y se harán una sola carne  » (Gn 2, 24).

En fin, Dios ha querido donar a la unión del hombre y la mujer una participación especial en su obra creadora. Por eso ha bendecido al hombre y la mujer con las palabras: «  Sed fecundos y multiplicaos  » (Gn 1, 28). En el designio del Creador complementariedad de los sexos y fecundidad pertenecen, por lo tanto, a la naturaleza misma de la institución del matrimonio.

Además, la unión matrimonial entre el hombre y la mujer ha sido elevada por Cristo a la dignidad de sacramento. La Iglesia enseña que el matrimonio cristiano es signo eficaz de la alianza entre Cristo y la Iglesia (cf. Ef 5, 32). Este significado cristiano del matrimonio, lejos de disminuir el valor profundamente humano de la unión matrimonial entre el hombre la mujer, lo confirma y refuerza (cf. Mt 19, 3-12; Mc 10, 6-9).

4. No existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia. El matrimonio es santo, mientras que las relaciones homosexuales contrastan con la ley moral natural. Los actos homosexuales, en efecto, «  cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso  ».(4)

En la Sagrada Escritura las relaciones homosexuales «  están condenadas como graves depravaciones... (cf. Rm 1, 24-27; 1 Cor 6, 10; 1 Tim 1, 10). Este juicio de la Escritura no permite concluir que todos los que padecen esta anomalía sean personalmente responsables de ella; pero atestigua que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados  ».(5) El mismo juicio moral se encuentra en muchos escritores eclesiásticos de los primeros siglos,(6) y ha sido unánimemente aceptado por la Tradición católica.

Sin embargo, según la enseñanza de la Iglesia, los hombres y mujeres con tendencias homosexuales «  deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta  ».(7) Tales personas están llamadas, como los demás cristianos, a vivir la castidad.(8) Pero la inclinación homosexual es «  objetivamente desordenada  »,(9) y las prácticas homosexuales «  son pecados gravemente contrarios a la castidad  ».(10)

 

II. ACTITUDES ANTE EL PROBLEMA
DE LAS UNIONES HOMOSEXUALES

5. Con respecto al fenómeno actual de las uniones homosexuales, las autoridades civiles asumen actitudes diferentes: A veces se limitan a la tolerancia del fenómeno; en otras ocasiones promueven el reconocimiento legal de tales uniones, con el pretexto de evitar, en relación a algunos derechos, la discriminación de quien convive con una persona del mismo sexo; en algunos casos favorecen incluso la equivalencia legal de las uniones homosexuales al matrimonio propiamente dicho, sin excluir el reconocimiento de la capacidad jurídica a la adopción de hijos.

Allí donde el Estado asume una actitud de tolerancia de hecho, sin implicar la existencia de una ley que explícitamente conceda un reconocimiento legal a tales formas de vida, es necesario discernir correctamente los diversos aspectos del problema. La conciencia moral exige ser testigo, en toda ocasión, de la verdad moral integral, a la cual se oponen tanto la aprobación de las relaciones homosexuales como la injusta discriminación de las personas homosexuales. Por eso, es útil hacer intervenciones discretas y prudentes, cuyo contenido podría ser, por ejemplo, el siguiente: Desenmascarar el uso instrumental o ideológico que se puede hacer de esa tolerancia; afirmar claramente el carácter inmoral de este tipo de uniones; recordar al Estado la necesidad de contener el fenómeno dentro de límites que no pongan en peligro el tejido de la moralidad pública y, sobre todo, que no expongan a las nuevas generaciones a una concepción errónea de la sexualidad y del matrimonio, que las dejaría indefensas y contribuiría, además, a la difusión del fenómeno mismo. A quienes, a partir de esta tolerancia, quieren proceder a la legitimación de derechos específicos para las personas homosexuales conviventes, es necesario recordar que la tolerancia del mal es muy diferente a su aprobación o legalización.

Ante el reconocimiento legal de las uniones homosexuales, o la equiparación legal de éstas al matrimonio con acceso a los derechos propios del mismo, es necesario oponerse en forma clara e incisiva. Hay que abstenerse de cualquier tipo de cooperación formal a la promulgación o aplicación de leyes tan gravemente injustas, y asimismo, en cuanto sea posible, de la cooperación material en el plano aplicativo. En esta materia cada cual puede reivindicar el derecho a la objeción de conciencia.

 

III. ARGUMENTACIONES RACIONALES
CONTRA EL RECONOCIMIENTO LEGAL
DE LAS UNIONES HOMOSEXUALES

6. La comprensión de los motivos que inspiran la necesidad de oponerse a las instancias que buscan la legalización de las uniones homosexuales requiere algunas consideraciones éticas específicas, que son de diferentes órdenes.

De orden racional

La función de la ley civil es ciertamente más limitada que la de la ley moral,(11) pero aquélla no puede entrar en contradicción con la recta razón sin perder la fuerza de obligar en conciencia.(12) Toda ley propuesta por los hombres tiene razón de ley en cuanto es conforme con la ley moral natural, reconocida por la recta razón, y respeta los derechos inalienables de cada persona.(13) Las legislaciones favorables a las uniones homosexuales son contrarias a la recta razón porque confieren garantías jurídicas análogas a las de la institución matrimonial a la unión entre personas del mismo sexo. Considerando los valores en juego, el Estado no puede legalizar estas uniones sin faltar al deber de promover y tutelar una institución esencial para el bien común como es el matrimonio.

Se podría preguntar cómo puede contrariar al bien común una ley que no impone ningún comportamiento en particular, sino que se limita a hacer legal una realidad de hecho que no implica, aparentemente, una injusticia hacia nadie. En este sentido es necesario reflexionar ante todo sobre la diferencia entre comportamiento homosexual como fenómeno privado y el mismo como comportamiento público, legalmente previsto, aprobado y convertido en una de las instituciones del ordenamiento jurídico. El segundo fenómeno no sólo es más grave sino también de alcance más vasto y profundo, pues podría comportar modificaciones contrarias al bien común de toda la organización social. Las leyes civiles son principios estructurantes de la vida del hombre en sociedad, para bien o para mal. Ellas «  desempeñan un papel muy importante y a veces determinante en la promoción de una mentalidad y de unas costumbres  ».(14) Las formas de vida y los modelos en ellas expresados no solamente configuran externamente la vida social, sino que tienden a modificar en las nuevas generaciones la comprensión y la valoración de los comportamientos. La legalización de las uniones homosexuales estaría destinada por lo tanto a causar el obscurecimiento de la percepción de algunos valores morales fundamentales y la desvalorización de la institución matrimonial.

De orden biológico y antropológico

7. En las uniones homosexuales están completamente ausentes los elementos biológicos y antropológicos del matrimonio y de la familia que podrían fundar razonablemente el reconocimiento legal de tales uniones. Éstas no están en condiciones de asegurar adecuadamente la procreación y la supervivencia de la especie humana. El recurrir eventualmente a los medios puestos a disposición por los recientes descubrimientos en el campo de la fecundación artificial, además de implicar graves faltas de respeto a la dignidad humana,(15) no cambiaría en absoluto su carácter inadecuado.

En las uniones homosexuales está además completamente ausente la dimensión conyugal, que representa la forma humana y ordenada de las relaciones sexuales. Éstas, en efecto, son humanas cuando y en cuanto expresan y promueven la ayuda mutua de los sexos en el matrimonio y quedan abiertas a la transmisión de la vida.

Como demuestra la experiencia, la ausencia de la bipolaridad sexual crea obstáculos al desarrollo normal de los niños eventualmente integrados en estas uniones. A éstos les falta la experiencia de la maternidad o de la paternidad. La integración de niños en las uniones homosexuales a través de la adopción significa someterlos de hecho a violencias de distintos órdenes, aprovechándose de la débil condición de los pequeños, para introducirlos en ambientes que no favorecen su pleno desarrollo humano. Ciertamente tal práctica sería gravemente inmoral y se pondría en abierta contradicción con el principio, reconocido también por la Convención Internacional de la ONU sobre los Derechos del Niño, según el cual el interés superior que en todo caso hay que proteger es el del infante, la parte más débil e indefensa.

De orden social

8. La sociedad debe su supervivencia a la familia fundada sobre el matrimonio. La consecuencia inevitable del reconocimiento legal de las uniones homosexuales es la redefinición del matrimonio, que se convierte en una institución que, en su esencia legalmente reconocida, pierde la referencia esencial a los factores ligados a la heterosexualidad, tales como la tarea procreativa y educativa. Si desde el punto de vista legal, el casamiento entre dos personas de sexo diferente fuese sólo considerado como uno de los matrimonios posibles, el concepto de matrimonio sufriría un cambio radical, con grave detrimento del bien común. Poniendo la unión homosexual en un plano jurídico análogo al del matrimonio o la familia, el Estado actúa arbitrariamente y entra en contradicción con sus propios deberes.

Para sostener la legalización de las uniones homosexuales no puede invocarse el principio del respeto y la no discriminación de las personas. Distinguir entre personas o negarle a alguien un reconocimiento legal o un servicio social es efectivamente inaceptable sólo si se opone a la justicia.(16) No atribuir el estatus social y jurídico de matrimonio a formas de vida que no son ni pueden ser matrimoniales no se opone a la justicia, sino que, por el contrario, es requerido por ésta.

Tampoco el principio de la justa autonomía personal puede ser razonablemente invocado. Una cosa es que cada ciudadano pueda desarrollar libremente actividades de su interés y que tales actividades entren genéricamente en los derechos civiles comunes de libertad, y otra muy diferente es que actividades que no representan una contribución significativa o positiva para el desarrollo de la persona y de la sociedad puedan recibir del estado un reconocimiento legal específico y cualificado. Las uniones homosexuales no cumplen ni siquiera en sentido analógico remoto las tareas por las cuales el matrimonio y la familia merecen un reconocimiento específico y cualificado. Por el contrario, hay suficientes razones para afirmar que tales uniones son nocivas para el recto desarrollo de la sociedad humana, sobre todo si aumentase su incidencia efectiva en el tejido social.

De orden jurídico

9. Dado que las parejas matrimoniales cumplen el papel de garantizar el orden de la procreación y son por lo tanto de eminente interés público, el derecho civil les confiere un reconocimiento institucional. Las uniones homosexuales, por el contrario, no exigen una específica atención por parte del ordenamiento jurídico, porque no cumplen dicho papel para el bien común.

Es falso el argumento según el cual la legalización de las uniones homosexuales sería necesaria para evitar que los convivientes, por el simple hecho de su convivencia homosexual, pierdan el efectivo reconocimiento de los derechos comunes que tienen en cuanto personas y ciudadanos. En realidad, como todos los ciudadanos, también ellos, gracias a su autonomía privada, pueden siempre recurrir al derecho común para obtener la tutela de situaciones jurídicas de interés recíproco. Por el contrario, constituye una grave injusticia sacrificar el bien común y el derecho de la familia con el fin de obtener bienes que pueden y deben ser garantizados por vías que no dañen a la generalidad del cuerpo social.(17)

 

IV. COMPORTAMIENTO
DE LOS POLÍTICOS CATÓLICOS
ANTE LEGISLACIONES FAVORABLES
A LAS UNIONES HOMOSEXUALES

10. Si todos los fieles están obligados a oponerse al reconocimiento legal de las uniones homosexuales, los políticos católicos lo están en modo especial, según la responsabilidad que les es propia. Ante proyectos de ley a favor de las uniones homosexuales se deben tener en cuenta las siguientes indicaciones éticas.

En el caso de que en una Asamblea legislativa se proponga por primera vez un proyecto de ley a favor de la legalización de las uniones homosexuales, el parlamentario católico tiene el deber moral de expresar clara y públicamente su desacuerdo y votar contra el proyecto de ley. Conceder el sufragio del propio voto a un texto legislativo tan nocivo del bien común de la sociedad es un acto gravemente inmoral.

En caso de que el parlamentario católico se encuentre en presencia de una ley ya en vigor favorable a las uniones homosexuales, debe oponerse a ella por los medios que le sean posibles, dejando pública constancia de su desacuerdo; se trata de cumplir con el deber de dar testimonio de la verdad. Si no fuese posible abrogar completamente una ley de este tipo, el parlamentario católico, recordando las indicaciones dadas en la Encíclica Evangelium Vitæ, «  puede lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública  », con la condición de que sea «  clara y notoria a todos  » su «  personal absoluta oposición  » a leyes semejantes y se haya evitado el peligro de escándalo.(18) Eso no significa que en esta materia una ley más restrictiva pueda ser considerada como una ley justa o siquiera aceptable; se trata de una tentativa legítima, impulsada por el deber moral, de abrogar al menos parcialmente una ley injusta cuando la abrogación total no es por el momento posible.

 

CONCLUSIÓN

11. La Iglesia enseña que el respeto hacia las personas homosexuales no puede en modo alguno llevar a la aprobación del comportamiento homosexual ni a la legalización de las uniones homosexuales. El bien común exige que las leyes reconozcan, favorezcan y protejan la unión matrimonial como base de la familia, célula primaria de la sociedad. Reconocer legalmente las uniones homosexuales o equipararlas al matrimonio, significaría no solamente aprobar un comportamiento desviado y convertirlo en un modelo para la sociedad actual, sino también ofuscar valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común de la humanidad. La Iglesia no puede dejar de defender tales valores, para el bien de los hombres y de toda la sociedad.

El Sumo Pontífice Juan Pablo II, en la audiencia concedida al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 28 de marzo de 2003, ha aprobado las presentes Consideraciones, decididas en la Sesión Ordinaria de la misma, y ha ordenado su publicación.

Dado en Roma, en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 3 de junio de 2003, memoria de San Carlos Lwanga y Compañeros, mártires.

Joseph Card. Ratzinger
Prefecto

Angelo Amato, S.D.B.
Arzobispo titular de Sila
Secretario


(1) Cf. Juan Pablo II, Alocución con ocasión del rezo del Angelus, 20 de febrero de 1994 y 19 de junio de 1994; Discurso a los participantes en la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia, 24 de marzo de 1999; Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 2357-2359, 2396; Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Persona humana, 29 de diciembre de 1975, n. 8; Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, 1 de octubre de 1986; Algunas consideraciones concernientes a la Respuesta a propuestas de ley sobre la no discriminación de las personas homosexuales, 24 de julio de 1992; Pontificio Consejo para la Familia, Carta a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de Europa sobre la resolución del Parlamento Europeo en relación a las parejas de homosexuales, 25 de marzo de 1994; Familia, matrimonio y «  uniones de hecho  », 26 de julio de 2000, n. 23.

(2) Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política, 24 de noviembre de 2002, n. 4.

(3) Cf. Concilio Vaticano II, Constitución pastoral Gaudium et spes, n. 48.

(4) Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2357.

(5) Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Persona humana, 29 de diciembre de 1975, n. 8.

(6) Cf. por ejemplo S. Policarpo, Carta a los Filipenses, V, 3; S. Justino, Primera Apología, 27, 1-4; Atenágoras, Súplica por los cristianos, 34.

(7) Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2358; Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, 1 de octubre de 1986, n. 12.

(8) Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2359; Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, 1 de octubre de 1986, n. 12.

(9) Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2358.

(10) Cf. Ibid., n. 2396.

(11) Cf. Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium vitæ, 25 de marzo de 1995, n. 71.

(12) Cf. ibid., n. 72.

(13) Cf. Sto. Tomás de Aquino, Summa Theologiæ, I-II, p. 95, a. 2.

(14) Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium vitæ, 25 de marzo de 1995, n. 90.

(15) Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción Donum vitæ, 22 de febrero de 1987, II. A. 1-3.

(16) Cf. Sto. Tomás de Aquino, Summa Theologiæ, II-II, p. 63, a.1, c.

(17) No hay que olvidar que subsiste siempre «  el peligro de que una legislación que haga de la homosexualidad una base para poseer derechos pueda estimular de hecho a una persona con tendencia homosexual a declarar su homosexualidad, o incluso a buscar un partner con el objeto de aprovecharse de las disposiciones de la ley  » (Congregación para la Doctrina de la Fe, Algunas consideraciones concernientes a la Respuesta a propuestas de ley sobre la no discriminación de las personas homosexuales, 24 de julio de 1992, n. 14).

(18) Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium vitæ, 25 de marzo de 1995, n. 73.

 

Paz Fernández Cueto TOLERANCIA ES MUY POCO

TOLERANCIA ES MUY POCO.
 
Paz Fernandez Cueto  (Reforma-20.08.2010)
 
La última resolución de la SCJN acerca del matrimonio entre homosexuales y su derecho a adoptar ha dado mucho de que hablar, y no se esperaba menos, suscitando polémicas inéditas entre autoridades eclesiásticas y gubernamentales, como es el caso del cardenal Sandoval y la demanda que Ebrard ha presentado en su contra.
 
Sin detenerme en las expresiones inapropiadas del primero, o en las reacciones poco inteligentes del segundo, por no calcular eventualmente el costo político que conlleva su acción, habría que aprovechar la coyuntura para formar criterios y definir posturas con relación a un tema trascendental, en consideración a la población católica de nuestro país, afectada por las decisiones de la Corte.
 
Durante el Encuentro Mundial de las Familias llevado a cabo en esta ciudad en enero del 2009, recuerdo una respuesta que en su momento me fue muy ilustrativa, cuando en entrevista con Adela Micha el cardenal de Tegucigalpa, Óscar Rodríguez Maradiaga, a la pregunta directa de Adela si en la Iglesia no se tolera a los homosexuales, él respondió: efectivamente, no los toleramos, los amamos, resumiendo magistralmente, acorde a la doctrina de la Iglesia, lo que en ocasiones no sabemos expresar ni tal vez vivir algunos que nos llamamos cristianos. Y es que en realidad tolerar es muy poco, locución un tanto mezquina que deja mucho que desear, si consideramos que la dignidad de toda persona emana sin distinción de sexo, raza, tamaño, color, religión o postura política, en ser, imagen y semejanza de Dios. Fundamentar la dignidad de la persona humana en otra realidad resulta bastante complejo si quitamos la Filiación Divina como sustento de la fraternidad universal.
 
El oponerse a la relación homosexual, y en consecuencia a este tipo de matrimonios, no quiere decir desprecio a las personas que por una u otra razón tengan esta tendencia, significa fidelidad a una doctrina de la cual la Iglesia sólo es depositaria, en congruencia con lo que dice la Escritura y con la predicación constante de más de 2 mil años, de Padres y Doctores de la Iglesia.
 
Amar a los homosexuales significa, como también precisara monseñor Maradiaga en aquella ocasión, procurar su bien, es decir, señalarles con respeto pero también con la verdad, cuál es la ética sexual cristiana de acuerdo con las exigencias de Cristo basada en la naturaleza del hombre. Porque si empezamos por no reconocer una naturaleza dada ni las dimensiones éticas de la misma, de acuerdo con el deber ser que exige su perfección ontológica, nos perdemos en un relativismo en donde no hay verdad ni bien que señalar, sino que cada quien tiende a lo suyo.
 
En un documento publicado por Juan Pablo II llamado Familiaris Consortio, la Iglesia precisa la atención que hay que dar a los homosexuales, acogiéndolos dentro de la Iglesia y aceptándolos en las familias, haciendo una clara distinción entre la aceptación que debemos a las personas y la reprobación de determinados actos considerados en la Sagrada Escritura como depravaciones graves.
 
El Catecismo de la Iglesia Católica aborda directamente el tema en el número 2357, en donde señala, de acuerdo con la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia, "que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. Son contrarios a la Ley Natural, cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso".
 
Y continúa el Catecismo en su número 2358 haciendo referencia a los católicos que se encuentren en esta situación que: esta inclinación objetivamente desordenada constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor, las dificultades que puedan encontrar a causa de su condición.
 
El número 2359 continúa diciendo que las personas homosexuales, dentro de la Iglesia Católica, están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismos que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.
 
Estas palabras, sin duda para escandalizar a cualquiera, reflejan las enseñanzas de Cristo, piedra de escándalo en su época y en esta que nos ha tocado vivir.
 
paz@fernandezcueto.com

¿Sabían de esto? yo me acabo de enterar

Hola amigos: 
 
sabían que tenemos educadores cubanos siguiendo un proyecto educativo para eliminar la analfabetización?, ¿y que tenemos muchas casas ALBA trabajando en Argentina? 
 
Les paso 2 páginas web para ver, para mi fue desayunarme. En la del proyecto educativo vayan a ver x ej donde dice coordinadores y verán la cantidad de cubanos que son los "jefes" y luego ong con argentinos. 
 
Están ya en muchas provincias trabajando y formando. 
 
Incluso han recurrido ha frases de José Martí para hablar de la importancia de la educación como si educadores argentinos no fueran para valorar. 
 
No dejen de verlo y díganme algo please, estas son cosas que me preocupan muchísimo en nuestra Latinoamérica. 
 
(este es el proyecto cubano que ya está en muchas provincias y hasta tiene declaración de interés x legislatura porteña en el 2006) 
 
(aquí entren donde dice espejo no me acuerdo cuanto pero es argentino). 
 
 

 

 

 

Hay un lugar, para aquellos que no quieren ver, donde "No Ver" es perder de vista acontecimientos que nunca mas se volveran a repetir. "Yo no estaba, y si estaba, dormia...","...Ese viejo verso de aquellos que nunca se metieron en nada...."