Cacerolazos, clave para el cambio de actitud

fuente: http://www.lanacion.com.ar/1022505

Cacerolazos, clave para el cambio de actitud
Por Mariano Obarrio
De la Redacción de LA NACION

La decisión del gobierno de Cristina Kirchner de ceder en el conflicto rural y enviar ayer al Congreso un proyecto de ley para ratificar la suba de retenciones obedeció a la necesidad de descomprimir las tensiones en demasiados frentes: sintió, aunque lo negara, la presión de los cacerolazos y debió escuchar a gobernadores e intendentes del PJ, casi desesperados, que le exigieron un cambio.

"La situación está mal en serio", le dijeron sus principales aliados de las provincias a Néstor Kirchner, su jefe político y titular del PJ. Igual, en el Gobierno descuentan, según pudo saber LA NACION, que el Congreso, con mayoría kirchnerista, ratificará la resolución 125, que elevó las retenciones. Así, quedaría a salvo de fallos de la Justicia por inconstitucionalidad.

Confiaron a LA NACION allegados a la Presidenta que fue decisiva la propuesta del vicepresidente, Julio Cobos, que exhortó al diálogo y al debate en el Congreso. Habló con la Presidenta durante todo el fin de semana.

"Había una realidad objetiva: la necesidad de darle una cobertura democrática e institucional a la resolución 125", dijo a LA NACION un allegado al jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Desde la Justicia, confió, llegaron señales de que la Corte podría impugnar en el futuro ese aumento de retenciones.

Si bien no lo aplaudieron en Olivos, Kirchner y su esposa comprendieron a Cobos porque su propuesta ayudaría a distender el malestar en el radicalismo K. También el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, conversó con Cristina Kirchner y su esposo. Pidió diálogo y que el acto de Plaza de Mayo, hoy a las 15, no sea confrontativo.

También los gobernadores Jorge Capitanich (de Chaco), Celso Jaque (Mendoza) y José Luis Gioja (San Juan) se comunicaron con Olivos desde anteayer para pedir moderación. Los cacerolazos en todo el país asustaban.

En Olivos no le atendieron el teléfono a Mario Das Neves (Chubut), que ratificó que no irá a Plaza de Mayo. Pero Kirchner rescató ayer a Das Neves y tomó distancia de Luis D Elía, a quien impugnaban los gobernadores.

Hubo más emisarios en Olivos: el presidente de la Cámara de Diputados, el jujeño Eduardo Fellner, y el titular provisional del Senado, José Pampuro. Todos pedían calma.

Una lectura en el Gobierno indicaba que Kirchner cedió tres cosas: resignó el manejo de las retenciones en favor del Congreso; desanduvo la denuncia de que había un golpe de Estado liderado por Eduardo Duhalde, formulada por D Elía, y debió tolerar las disidencias en el PJ de gobernadores, legisladores e intendentes. Cedió mucho terreno. Sólo sostuvo la realización del acto, hoy, de incierto rédito político.

No todo fue ceder. También se ganó tiempo. Cerca de Cristina Kirchner y de los gobernadores admitieron a LA NACION que el proyecto tiene una trampa de origen. "Es un proyecto cerrado", admitió una fuente oficial.

¿Qué significa esto? El texto ratifica la resolución 125 del 10 de marzo último. Los legisladores tendrán dos opciones: aceptarlo o rechazarlo. Modificarlo supondría desestimarlo. El kirchnerismo no aceptará reformas, señalaron en la Casa Rosada.

El texto ratifica la vigencia de la suba de retenciones hasta la sanción de la nueva ley. ¿Si se rechaza la suba, el Gobierno resignará el impuesto? "No aceptaremos reformas", insistieron en la Casa Rosada.